Los ejercicios, diseñados, practicados y perfeccionados por miles de años; se ejecutan a través de las posturas o asanas y permiten la armonización total del cuerpo, mejorar su funcionamiento y optimizar el flujo de la energía, además de contribuir a mejorar nuestros pensamientos y elevar la conciencia.
Es muy importante saber que la práctica del ejercicio físico de yoga constituye un sistema que integra diversas técnicas que forman parte del proceso de ejecución:
La variedad y complejidad de las posturas o asanas, se organiza en secuencias que parten de las posturas básicas, las cuales pueden ser practicadas por todo tipo de personas, ya que cada practicante lleva cada asana a sus propios límites con la guía de su profesor y respetando estas simples reglas:
- Determina el número de horas a la semana que dedicarás a tu ejercitación.
- Recuerda siempre hacer el Saludo al Sol en señal de respeto antes de iniciar sesión.
- Procura realizar la práctica de cada sesión con el estómago vacío, sino, podrías sufrir una ind
igestión, dolor y malestar general. - Trabaja sobre una estructura resistente, preferiblemente el piso, en el cual puedes colocar almohadas, cojines o esteras si deseas mayor comodidad.
- Evita los movimientos bruscos al hacer y deshacer cada postura: trabaja con lentitud, paciencia y respiración.
- Practica cada postura dentro de los límites razonables de su condición física y con respiración adecuada.
- Combina las posturas con la respiración yoga: que consiste en respiración y relajación, inhalando y exhalando en forma natural pero profunda.
- Presta mucha atención a la práctica, ya que la mente y la concentración son el soporte del ejercicio físico.