Los dientes son lo primero que vemos cuando sonreímos. Al igual que cualquier otra parte del cuerpo, hay que cuidarlas: ¡aquí tienes nuestros consejos!
El primer paso básico es cepillarse los dientes regularmente. Cepíllate los dientes 2-3 veces al día. Lo más importante es cepillarse los dientes por la noche, ya que así se protege la boca de las bacterias mientras se duerme. Por la noche, la falta de saliva favorece la entrada de gérmenes, por lo que es importante lavarse los dientes antes de acostarse.
Se recomienda utilizar un cepillo giratorio para eliminar los residuos. La comida. Es especialmente importante utilizar una pasta de dientes adecuada para tu boca. Nuestra pasta de dientes con propóleo está recomendada para calmar las encías doloridas y refrescar el aliento de forma natural.
Utiliza el enjuague bucal regularmente para proteger tus dientes
El enjuague bucal es un complemento del cepillado de los dientes. Es muy útil para las personas que sufren de dolor de dientes y encías. Nuestro enjuague bucal con propóleo limpia, refresca y calma.
Cepillado minucioso con hilo dental
Después de cepillarse los dientes, utilice un cepillo de dientes para eliminar los restos de comida. Las cerdas de un cepillo de dientes no pueden llegar a los microespacios donde se esconden estos residuos. Me gustaría tener el cepillo de dientes perfecto.
¿Qué alimentos no son buenos para proteger mis dientes?
- El café y el té pueden manchar los dientes de amarillo. Puedes reducir este efecto utilizando una pajita que deje un residuo negro después de la prueba.
- Evita los refrescos, las bebidas azucaradas y el vino tinto, ya que pueden acelerar el amarillamiento de tus dientes.
- ¡Deja de fumar! No hay nada más devastador que fumar… Hace que los dientes se vuelvan amarillos o incluso negros.
Formas naturales de blanquear los dientes
Puedes usarlo ocasionalmente. Puedes utilizar productos para blanquear los dientes, pero no con demasiada frecuencia, ya que puede dañar el esmalte. Una vez a la semana, puedes cepillarte los dientes con bicarbonato de sodio sin pasta de dientes.
También puedes tomar un enjuague bucal con zumo de limón: Manténgalo en la boca durante 30 segundos y luego enjuague la boca. Hazlo al menos una vez a la semana.
Por último, no dude en acudir a las revisiones periódicas de su dentista.